Un propietario y conductor de bus falleció la mañana de ayer, domingo, de un infarto.
Ernesto Mendoza, de mote "Tito", murió en el rumbo que conducía a una clínica y al lugar donde acostumbraba comer, por lo que se desconoce cuál era su destino final.
El hoy difunto vivía en Vacamonte, Arraiján. Era dueño de cinco buses. Dejó en orfandad a varios hijos.
Se pudo conocer que "Tito" se sentía mal. Había tenido un infarto anteriormente, y desde muy tempranas horas de ayer, manifestó a otros compañeros de trabajo, que tenía un malestar.
Lo último que llegó a realizar Mendoza fue llevar a un grupo de feligreses, pero no terminó su faena: no los fue a buscar, pues la muerte lo sorprendió arriba de su bus de la ruta 1 de Panamá Viejo-Terminal.
El autobús quedó estacionado y encendido detrás de la parada de buses de Campo Lindbergh, cerca al estadio Rommel Fernández en Juan Díaz.