Las selecciones de Argentina y Brasil, que disputan uno de los mayores clásicos del fútbol mundial, se verán nuevamente cara a cara el miércoles en la ciudad alemana de Francfort, para jugar la final de la Copa de las Confederaciones.
Argentina selló su clasificación a la final al derrotar ayer en Hannover a la aguerrida selección de México por 6-5 en los tiros penales, después de un empate en 1-1 en el tiempo extra. En el tiro penal decisivo, Germán Lux le atajó el disparo a Ricardo Osorio y Esteban Cambiasso metió el decisivo para poner fina al partido.
La selección argentina había iniciado su camino a la final con una buena campaña en la primera fase, en que acumuló dos victorias y un empate, antes de derrotar a la escuadra mexicana en la semifinal.