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EDITORIAL
Salida a la crisis
La Cámara de Comercio realizó el martes un esfuerzo tendiente a dinamizar la economía nacional, que se encuentra en estado comatoso. La iniciativa demuestra que existe una preocupación generalizada del rumbo que lleva el país.
El evento sirvió para que el ministro de Economía y Finanzas, Norberto Delgado y el extitular de Planificación, Guillermo Chapman expusieran sus argumentos.
Lo sucedido demuestra que Panamá ahora tiene políticos más responsables que debaten los problemas de la nación sin importar las banderías partidistas, o puede ser también que la crisis del país es tan grave, que tanto gobierno, oposición y empresarios han entendido que hay que buscar una salida conjunta, de lo contrario se hunde el barco con todos a bordo.
Tanto Chapman como Delgado coincidieron que para reducir la pobreza y el desempleo, se requiere de un crecimiento sostenido a una tasa del 7%.
Esa revelación nos trae a la realidad. El país si acaso tendrá un crecimiento este año del 2%, en su Producto Interno Bruto (PIB); por lo que se mantendrán los males sociales citados.
Chapman cuestionó que el gobierno no ha reconocido que existe la desaceleración, ha negado la contracción que sufre el Producto Interno Bruto y ha emitido una serie de señales que han provocado el rechazo por parte de los inversionistas.
Al mismo tiempo, Delgado adelantó que si los ingresos tributarios en los meses futuros son menores de lo previsto, el gobierno no va a arriesgarse a que se profundice la desaceleración.
Nadie tiene una varita mágica para determinar cuándo Panamá podrá superar la situación que enfrenta. Sin duda que hay factores como la salida de las tropas estadounidenses, el alza del petróleo y la crisis que afecta a la mayoría de los países, que están influyendo negativamente sobre nuestra nación, pero también hay que reconocer que hasta ahora es que el gobierno parece despertar del letargo en el que vivió en sus primeros 20 meses de gestión.
Iniciativas como la inversión de 20 millones de balboas en la generación de empleos temporales y la comercialización de los certificados del SIACAP, pueden reactivar a corto plazo la economía, pero el país requiere de reformas más profundas que garanticen un crecimiento económico sostenido.
El principal papel del gobierno debe ser de facilitador de las inversiones, proyectar una imagen de honestidad, eficiencia, respetuoso de la seguridad jurídica y de no alcahuetear la corrupción. Cuando esas condiciones se perciban, vendrán los inversionistas serios para desarrollar los proyectos que requiere el país, pero si las cosas no cambian, sólo tendremos un camino: la situación cada día será peor.
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PUNTO CRITICO |
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