El Gobierno chino pidió ayer al Dalai Lama que deje de instigar el separatismo y la violencia en la región de Tíbet, como paso previo a nuevos contactos entre las dos partes, en tanto que reclamó a la UE "respeto" al referirse a sus asuntos internos y una relación "de igual a igual".
Así se expresó el ministro chino de Asuntos Exteriores, Yang Jiechi, tras la reunión de la troika de la UE con China.