Dentro de las muchas artesanías panameñas existentes, pudimos encontrar las llamadas muñecas Lari.
Elaboradas en el taller del mismo nombre ubicado en Santiago de Veraguas, la señora Coralia Ramos nos explica que 80% de las muñecas son elaboradas a mano. Su cara es pintada a mano, al igual que cada uno de los elementos que lleva esta bella pieza artesanal (tembleques, peinetas, accesorios, vestidos).
Por lo general, ellas son elaboradas con relleno de polifón, aserrín y polifil. Además, como una manera de perfeccionar el acabado, se ha incluido cabello sintético en vez de lana.
Estas muñequitas las pueden encontrar en diversos tamaños, la original, de 17 pulgadas, de 6 pulgadas para adornar el escritorio o la oficina y de 3 pulgadas para colocar en los árboles de navidad, como imanes en la nevera o para recordatorio.
Una muñeca grande toma un día de trabajo y tiene un costo de B/50.00 balboas en las tiendas de souvenir de los mejores hoteles de Panamá.
Actualmente, se fabrican once modelos distintos de vestidos regionales que incluye la pollera de gala, montuna santeña, verag�ense, montuna ocueña, la india kuna, guaymí, los varones, los muñecos emberá, y la tumba hombre (pollera chiricana), vestidas de reinas congos, diablitos sucios, gran diablo, saracundé, entre otras.
La señora Coralia asegura que estas muñecas surgieron como un proyecto familiar en la ciudad de Santiago de Veraguas en el año de 1986, cuando el país atravesaba por una fuerte crisis económica y gubernamental.
Estas muñecas han sobrepasado las fronteras, ya que algunas fueron regaladas a las participantes del Miss Universo que se desarrolló en nuestro país y desde entonces se han recibido pedidos de India, Puerto Rico y España, entre otros países.
En la ciudad capital, estas muñecas se pueden adquirir en el Mercado Artesanal-Municipal de Balboa.