Miles de campesinos sitiaron ayer La Paz para exigir al gobierno y Congreso de Bolivia, la nacionalización del clave sector de los hidrocarburos y la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Varias columnas de campesinos de las 20 provincias de La Paz descendieron desde el poblado vecino de El Alto y otras acudieron desde el sur de La Paz para confluir en la plaza de San Francisco, epicentro de las protestas sociales.
La manifestación dejó al menos seis heridos por balines, según informe de Sacha Llorenti, activista de Derechos Humanoso.
"Esta marcha donde hay unas 40. 000 personas es por la nacionalización sin indemnización, y la Constituyente es para nosotros cuestión de vida o muerte porque cuando se fundó Bolivia (en 1825) los indios no fuimos incluidos para nada", apuntó Román Loayza, dirigente de los campesinos de Bolivia.
El Congreso boliviano promulgó la semana pasada la nueva ley de hidrocarburos, que establece un impuesto del 32 por ciento al gas extraído por empresas extranjeras y mantuvo en 18 por ciento las regalías. Pero los grupos indígenas quieren más impuestos o la nacionalización del sector.
La marcha campesina en su afán de ingresar a la Plaza Murillo, donde está el palacio de gobierno y la sede de congreso, realizaron destrozos en vehículos del servicio público y privado.
Y la policía respondió con una lluvia de gases lacrimógenos. La acción duró cuatro horas.