El futuro presidente de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, anunció que está dispuesto a negociar con otros grupos, al margen de la coalición opositora que le ha llevado al poder, para garantizar la gobernabilidad del país.
Lugo admitió que su soporte electoral, la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), integrada por varios partidos y grupos sociales y políticos de amplio espectro ideológico, no ha firmado pacto alguno con relación a la gobernabilidad.
"La Alianza continua, la gente ha considerado como una alianza simplemente electoral que terminaba el 20 de abril. Vamos a ir fortificando nuestra unidad con vista a la gobernabilidad", afirmó el ex obispo.
Precisó que "existen conversaciones, no acuerdos concretos escritos entre todos los que componen la Alianza", y no descartó la adhesión de otros grupos para que "la gobernabilidad sea realmente eficiente, que sea una realidad a partir del 15 de agosto", fecha en la que asumirá el mando.
Analistas locales coincidieron en que Lugo deberá pactar con otras formaciones como la del general retirado Lino Oviedo o la del sector del Partido Colorado que lidera el ex vicepresidente Luis Castiglioni, quien se ha convertido en un declarado enemigo político del jefe de Estado saliente, Nicanor Duarte.