CULTURA
Más de un millón de
personas mueren al año
Ginebra
EFE
Más de un millón
de personas mueren cada año en el trabajo, lo que supone dos fallecimientos
por minuto, según a Oficina Internacional del Trabajo (OIT).
Además, anualmente se producen 250 millones de accidentes que
tienen como consecuencia la actividad profesional, es decir 685.00 accidentes
diarios, 475 por minuto y ocho por segundo.
La "hecatombe del trabajo", que representa 1,1 millones de
muertes anuales, excede el promedio anual de los fallecimientos por accidente
de tráfico (999.000 personas), guerras (502.000), violencia (563.000)
y SIDA (312.000).
Los cálculos más conservadores indican que cada año
se producen 160 millones de enfermedades profesionales, y en cuanto a los
niños trabajadores, 12 millones sufren accidentes, de los que 12.000
acaban en muerte.
Pero, si se adoptaran las medidas de seguridad disponibles y la información
adecuada, la OIT calcula que se podrían salvar unas 600.000 vidas
anuales.
La OIT estudiará desde hoy éstos y otros temas en su 15
congreso Mundial sobre Salud y Seguridad en el Trabajo, que se celebra en
la localidad brasileña de Sao Paulo.
Cerca de un cuarto de las muertes laborales se deben a la exposición
a sustancias peligrosas que causan enfermedades como el cáncer,
los trastornos cardiovasculares, respiratorios y del sistema nervioso.
Las estimaciones de la OIT señalan que para el año 2.020
el número de enfermedades por el trabajo se duplicará y si
no se aplican ahora las medidas necesarias, las personas que en la actualidad
están expuestas a riesgo habrán muerto para la segunda década
del siglo que viene.
Las muertes y lesiones por causas relacionadas con el trabajo presentan
índices particularmente altos en los países en desarrollo,
donde existen gran cantidad de trabajadores en actividades primarias y de
extracción, como la agricultura, la explotación forestal,
la pesca y la minería, que son algunas de las industrias más
peligrosas del mundo.
Las tasas de accidentes mortales en las economías industrializadas
avanzadas son la mitad que en Europa central, China e India.
En los países de América Latina y el Caribe "la diferencia
es aún más alta" y en Oriente Medio y Asia la tasa de
accidentes mortales sobrepasa en cuatro veces la de los Estados industrializados.
Los costes económicos de las enfermedades y lesiones profesionales
aumentan de manera muy rápida y "aunque es imposible fijarle
una valor a la vida humana" se calcula que un cuatro por ciento del
Producto Interior Bruto (PIB) del mundo desaparece en el gasto de las enfermedades,
el absentismo laboral, las incapacidades y pensiones a los sobrevivientes.
Las estrategias para mejorar la seguridad en el ambiente laboral deben
ser, según la OIT, muy diferentes de unos países a otros dependiendo
de sus circunstancias y nivel de desarrollo.
En los países industrializados se ha experimentado un descenso
claro de las lesiones graves, gracias a los cambios estructurales en la
naturaleza de las actividades y las mejoras reales que hacen que el lugar
de trabajo sea más saludable y seguro.
Las prioridades en estos países son los factores psicológicos
vinculados a las malas relaciones y gestiones del trabajo, las consecuencias
mentales y físicas de las actividades muy repetitivas, así
como la información necesaria para el uso de tecnologías y
sustancias nuevas.
En los países en desarrollo, sin embargo, debe ponerse el acento
en mejorar las prácticas de salud y seguridad en las industrias primarias,
evitar los accidentes, incluidos los incendios y escapes de sustancias peligrosas,
así como evitar las enfermedades tradicionales.
|