CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, no tomo precauciones al manejar el auto

El accidente que ocurrió ayer en Loma Cová, donde un bus de la ruta Vacamonte se volteó con todos sus pasajeros dentro, fue una desgracia anunciada.

Decimos esto porque siempre que llueve sobre esa vía, algo de esto ocurre, y los conductores de buses lo saben. No obstante, nadie pone cuidado ni bajan la velocidad ni toman las precauciones del caso.

Por el contrario, cuando llueve los conductores hunden el pie en el acelerador y asumen velocidades insospechadas. La vía, como es de esperar en estas calles de alquitrán, se torna jabonosa cuando llueve y los autos patines.

En ocasiones han ocurrido hasta diez accidentes de tránsito en menos de dos horas, con saldos desastrosos. De este accidente, a la hora de cierre de la edición de hoy no se tenían los saldos definitivos, pero no son buenos. No se imaginan los conductores los traumas que quedan después de accidentes como estos.

Cuando llueve es menester que quien maneja carros ponga el doble del cuidado que pondría en condiciones normales, y es necesario que las autoridades del Tránsito se sacrifiquen y salgan a la vía a controlar a los automedontes.

La cuestión es de parte y parte. Los unos, conductores, deben entender que la lluvia es un factor desencadenante de accidentes. Los otros, policías, deben cumplir su labor de salvar vidas y salir bajo la lluvia a cuidar a la ciudadanía.

 

 

 

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
La Guardia Nacional se reúne en la víspera del golpe militar de 1968


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