El organismo de cada persona es diferente, pero de igual manera requiere de atenciones desde el momento en que se siente algún malestar. En ese sentido le hablaremos de los problemas de la vesícula, que afecta a hombres y mujeres sin importar la edad.
La vesícula biliar es un órgano en forma de pera que descansa debajo del lado derecho del hígado. Su función principal es la colección y concentración de un líquido digestivo (bilis) producido por el hígado. La bilis es liberada por la vesícula después de comer, ayudando a la digestión. La bilis viaja a través de unos tubos (vía biliar) hacia el intestino delgado. En la mayoría de los pacientes, la extracción de la vesícula biliar no se asocia a ningún daño de la digestión.
Una vez se identifica que el paciente presenta los síntomas es necesario realizar un ultrasonido para encontrar los cálculos. Además, también en ciertos casos se puede usar rayos-X, para evaluar la situación de la vesícula.
Los cálculos no son expulsados por sí mismos. Algunos pueden ser manejados temporalmente con drogas o con dietas especiales, para suspender la absorción de grasa. Este tratamiento tiene a corto tiempo una baja tasa de éxito, y los síntomas continuarán hasta que la vesícula se extraiga.
Siendo así, el especialista determinará la extracción quirúrgica, este es el tratamiento más reconocido a través del tiempo y más seguro para la patología de la vesícula biliar. Ahora, si usted piensa que le puede quedar una espantosa cicatriz se equivoca, pues la ciencia ha avanzado. Ahora, los médicos utilizan técnicas laparoscópicas, que dejan al paciente sólo con unas cuatro pequeñas marcas.