Se convirtió en uno de los más importantes centros turísticos del país a principios de siglo, cuando los norteamericanos empezaron a llegar a nuestros lares debido a la construcción de la vía interoceánica.
El hotel se erigió como un icono de la presencia norteamericana en Panamá. Fue uno de los edificios que se convirtió en blanco de la resistencia panameña durante los sucesos de enero de 1964.