UN MENSAJE AL CORAZON
No se doble ante nada porque usted vale
mucho
Mensaje de Mons. Romulo Emiliani
Hoy quiero decirle que no
debe doblegarse por nada. Sí, debe ser firme en las tribulaciones.
Todos tenemos tribulaciones... ¿quién no las tiene en la vida?
Aprenda de la vida. La vida ha existido y seguirá existiendo porque
Dios la sostiene y hasta que el quiera existirá vida en el mundo.
Aprenda de ciertos animales que no se doblegan por nada. Mire al toro en
el ruedo, aunque es atacado y recibe pinchazos y banderillas, él
sigue adelante. La vida trae problemas, situaciones difíciles, circunstancias
dolorosas, tragedias, pero nada debería doblegarlo a usted. Yo quisiera
animarlo a seguir viviendo, y nunca bajar la cabeza, o caer derrotado.
En primer lugar, quisiera hablarle de algo que le puede hacer daño
y que puede doblegarlo en algunas circunstancias: el atropello a la dignidad
humana. ¿Algunas veces se ha sentido de verdad atropellado y le han
faltado al respeto de su dignidad? ¿Verdad que sí? ¿Algún
abuso de la autoridad? ¿Alguna explotación? ¿Alguna
injusticia? ¿Algún engaño y maltrato verbal, físico
o moral? Pues esto sucede muy a menudo en la vida. Muchos se convierten
en verdugos y hay muchas víctimas en el mundo. No sería la
primera persona a quien le ocurre eso. Pero, ¿para qué doblegarse?,
¿por qué permitir que ese hachazo corte su alma en pedazos?
No. Usted puede ser fuerte y debe serlo. Aprenda de Jesús. ¿Quién
más que el recibió tantos hachazos en la vida? ¿Quién
más que El sufrió tanto? ¡Usted tiene que ser fuerte!
Mas para eso debe comprender que usted es digno, que vale mucho, sin importar
lo que le haga el mundo; que es una persona que aunque lo exploten o sean
injustos con usted, tiene una riqueza interior tan grande de presencia de
Dios, de amor a Dios, al prójimo y a usted mismo..., una dignidad
tan grande por ser hijo de Dios, que por más que le hagan daño
y lo golpeen no podrán tocar la médula, lo interior, lo profundo
de usted. Porque ahí hay como un santuario, precioso y maravilloso,
un tesoro infinito que es Dios viviendo dentro de usted y por más
que intenten, nadie podrá tocarlo. Usted en eso tiene que ser invencible.
Pero para eso debe aumentar su fe en el dios que está en usted, su
esperanza en un futuro mejor en la tierra y en al más allá,
y un amor grande, aún a aquél que lo ofendió.
Mientras más ame a aquél que lo ofendió, , mientras
menos rencor guarde, se mantendrá por dentro intocable, nadie podrá
profanar el santuario de su corazón.
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