Los cortos días soleados que se han dejado sentir han provocado ansias en los panameños. Podríamos decir ahora que le "pican los pies" a muchos ciudadanos que esperan la temporada de verano para salir a los diferentes balnearios del país.
Este mes, que está por terminar, anuncia la temporada veraniega. La brisa pega tan fuerte que hace mover las palmeras y los vestidos ligueros de las damas. También es un mes donde el sol se olvida de su timidez y sale con más frecuencia a hacer un paseo que dura hasta 12 horas continuas, de 6:00 a.m. a 6:30 p.m.
El ambiente juega un papel preponderante para aquellos enamorados de los días soleados. A muchos les da por salir de las cuatro paredes de sus casas para internarse bajo un paraguas en medio de la arena de la playa, motivados por los famosos paseos que en los últimos años han traído más desgracia que diversión.
A tres días para que finalice el año, ya se han definido claramente las reglas del juego para los promotores de paseos. Las cosas no son como antes, ahora existen normas de rigor que se justifican por la salud de los panameños que desean disfrutar -con poco dinero- de un día de playa, acompañado de amigos y de familiares.
A los organizadores de paseos se les exige un guardavidas, no fumar dentro del bus, no portar armas ni bebidas alcohólicas. Además se les pide copia de cédula del conductor y promotor del paseo, certificado de operación, permiso de SINAPROC y licencia del conductor.
A pesar que las reglas son simples, siempre hay quienes no las respetarán. Ya dependerá de las autoridades aplicarlas al pie la letra para evitar desórdenes y tragedias.