La leyenda sobre la maldición de Tuntakamón no tiene ninguna base científica. Al menos eso es lo que asegura el arqueólogo australiano Mark Nelson, quien se dedicó a estudiar minuciosamente los hechos que originaron este mito sobre el faraón egipcio. Según cuenta la leyenda, la maldición recayó sobre todos los que estuvieron presentes en la apertura de la tumba del faraón egipcio en el Valle de los Reyes, cerca de Luxor, Egipto, en febrero de 1923.
Se cree que el mito se originó cuando el patrocinador de la expedición, Lord Carnarvon, murió ese mismo año por la picadura de un mosquito. Además, para reforzar el carácter sobrenatural de la leyenda, su perro -al que le quedaban tres patas- emitió un largo aullido en el instante en que su maestro pasó a mejor vida, para luego caer muerto él también.
"Había muchos personajes interesantes en la excavación de 1920 y creo que esto, sumado a las circunstancias particulares de la expedición, contribuyó a mantener el mito vivo. Pero no encontré ninguna prueba científica que lo justifique " Nelson encontró que las personas sujetas a la maldición vivieron menos años que el otro grupo, pero que, de todos modos, alcanzaron en su mayoría los 70 años. |