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La Asamblea Legislativa sesionó la noche de ayer para designar como nuevo presidente argentino al peronista Adolfo Rodríguez Saá.  |
Adolfo Rodríguez Saá, abogado peronista de 54 años que ha gobernado por casi dos décadas la provincia central de San Luis, tendrá la difícil misión de enfrentar la más grave crisis económica y social en el país en décadas. El cinco veces gobernador de San Luis, asumirá en el poder hasta que sea elegido el nuevo presidente, que deberá completar hasta diciembre de 2003 el inconcluso mandato de Fernando de la Rúa. Su llegada a la presidencia significa el retorno del peronismo al poder después de dos años, cuando terminó su mandato Carlos Menem, y por séptima vez en la historia del país.
Hasta el jueves, cuando todavía estaba como presidente De la Rúa, el peronismo era oposición. Un día después se convirtió en oficialismo, al tomar provisoriamente el mando del Poder Ejecutivo Ramón Puerta, el presidente provisional del Senado a quien ahora reemplazará Rodríguez Saá.
La designación de un presidente provisional hasta marzo de 2003 pone en marcha rápida salida a una de las más profundas crisis económicas, políticas y sociales que atraviesa la Argentina en los últimos 50 años y que desencadenó la salida anticipada de Fernando de la Rúa y su gabinete de ministros.
La severa recesión económica de 42 meses, la creciente pobreza que alcanza a más de un tercio de los argentinos, y la desocupación del 18,3%, precipitaron saqueos y revueltas sociales en la última semana, con un saldo de al menos 26 muertos y varios centenares de heridos.
Rodríguez Saá se hará cargo de un país que arde, con serias carencias sociales, políticos debilitados, una economía a media marcha y al borde de la cesación de pagos de los compromisos externos. "Voy a hacer una transición, y espero hacerlo con patriotismo", dijo "El Adolfo", como lo llaman sus allegados, después de que sus copartidarios lo designaran como presidente provisional.
El gobernador de una de las pocas provincias que exhiben sus cuentas en orden dijo que continuará el régimen de Convertibilidad que fija el valor de un peso al de un dólar y expresó que la prioridad la tendrá la gente y no los pagos de la abultada deuda externa de 132.000 millones de dólares. |