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SUS DESEOS DE NAVIDAD SE CUMPLIRAN EN EL CIELO
Fallece Alberto, darienita enfermo de elefantiasis
Rodulfo Barrios V.
Crítica en Línea
Alberto Quiñones Mendoza, el darienita que sufría de elefantiasis, no pudo hacer realidad sus deseos para Navidad. El quería como regalo materiales, un radio y una televisión, pero el viernes, a pocas horas de haber revelado sus anhelos a Crítica Libre, falleció en el Hospital Santo Tomás. Durante una gira en Garachiné, la primera dama, Ruby Moscoso de Young, había conocido de su padecimiento consistente en la hinchazón enorme de sus extremidades inferiores, y dispuso que el jueves Alberto fuera trasladado al Santo Tomás. Quiñones, de 54 años de edad, 24 de los cuales debió soportar la elefantiasis, una enfermedad producida por parásitos e insectos como moscas, mosquitos y ácaros. Horas antes de su deceso, Quiñones, a pesar de su enfermedad, se mantenía con esperanzas. En su lecho de enfermo le preguntamos qué deseaba para Navidad. Guardó silencio por algunos segundos y luego expresó que eso era algo difícil "Quisiera muchas cosas, pero no puedo tenerlas todas, es algo que yo sé porque he sido un hombre humilde y sé lo que cuesta obtener algo", indicó. Después de algunos minutos, el darienita se decidió por un radio y una televisión, porque era un asiduo oyente de las noticias y la música. Pero Alberto, quien a la edad de 23 años se convirtió al cristianismo, también pidió paz para Panamá y mejorar su salud, pero resaltó que esos dos regalos sólo se los podía conceder Dios y "nadie más". La primera dama lamentó el deceso de Quiñones, quien perdió la vida a causa de un infarto cardíaco. Alberto, aparte de la elefantiasis, también presentaba pulmonía avanzada y problemas en la vista. Unas horas antes de fallecer, Quiñones recordó que siempre fue un "niño normal", que al igual que muchos de su provincia, no pudo terminar la escuela secundaria por razones económicas. Detalló que durante su adolescencia y primeros años de su madurez la enfermedad no mostraba los efectos devastadores que posteriormente le aquejaron y se dedicó a la venta de galletas, pastillas y otras golosinas que "por lo menos le alcanzaban para subsistir". Alberto indicó que a la edad de 23 años tuvo su conversión al cristianismo, hecho que "le había dado fuerza para seguir adelante, pese a la enfermedad". Hoy en día a las personas les hace falta interesarse más por lo espiritual, que por lo superficial, fue lo último que comentó Quiñones.
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Quiñones, de 54 años de edad, 24 de los cuales debió soportar la elefantiasis, una enfermedad producida por parásitos e insectos como moscas, mosquitos y ácaros.
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