Honduras acusa a Nicaragua de irrespetar al mediador de la OEA

Tegucigalpa
AFP
El canciller hondureño Roberto Flores aseguró ayer domingo que Nicaragua irrespeta al enviado de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luigi Einaudi, al continuar con amenazas de "uso de la fuerza" en el conflicto limítrofe que mantiene con Honduras. "Son un consideración y una falta de respeto al mandato y la investidura que tiene el embajador Luigi Einaudi" las declaraciones en que se dan posibilidades al "uso de la fuerza", declaró el canciller a medios locales. El canciller aseguró que las autoridades nicaragüenses insisten en acusar a Honduras de realizar movimiento de tropas hacia la frontera común, en medio del conflicto por límites en el mar Caribe. "Se están produciendo reiteradas amenazas, como esas declaraciones falsas sobre movimientos del Ejército de Honduras (...).Hay una serie de imaginaciones por parte de las autoridades nicaragüenses que no corresponden a la realidad", manifestó. Rojas dijo que confía en que la gestión de Einaudi, quien visitó en estos días Nicaragua y Honduras como enviado de la OEA para mediar en la crisis, "logre que ese tono, ese vocabulario, que esa referencia al uso de la fuerza, no prosperen". El canciller consideró que militares nicaragüenses al parecer pretenden propiciar una nueva "carrera armamentista" en Centroamérica, enfrascada en cruentas guerras civiles en las anteriores dos décadas. "Eso es lo menos que queremos estimular nosotros, los recursos de nuestros presupuestos están destinados al desarrollo humano del país, no hay interés de entrar en una carrera armamentista con Nicaragua", agregó Flores. "Estamos conscientes de los objetivos que ellos persiguen, (pero) no estamos dispuestos a que se produzca una escala en este sentido y estamos destinando todas nuestras baterías para que al problema se le dé una solución pacífica", concluyó el ministro. La crisis entre ambos países centroamericanos estalló después de que el Congreso de Honduras ratificó, el 30 de noviembre, un tratado de delimitación marítima con Colombia suscrito en 1986, que según Nicaragua le cercena 130.000 km2 de sus aguas marítimas territoriales. En represalia a la ratificación del tratado, Nicaragua canceló el jueves, "por razones de seguridad nacional", los permisos de explotación pesquera a embarcaciones hondureñas y colombianas, y antes había decretado un impuesto del 35% a la importación de mercancías hondureñas.
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