El Athletic de Bilbao agravó la crisis del Real Zaragoza, que con la derrota en su estadio (0 - 2), tercera consecutiva en La Romareda, alcanza siete jornadas sin ganar y se acerca peligrosamente a la zona de descenso.
El equipo aragonés sigue sin parecerse ni por asomo al que comenzó de manera brillante la competición y cae en barrena porque es incapaz de crear juego en la zona medular y de llegar siquiera al área contraria.