Le estoy enfatizando que los pensamientos tienen mucho poder, ya que mueven su voluntad y su actuar, y atraen o rechazan las cosas tal y como las piensan. Usted es un espíritu encamado, una mente en un cuerpo, no simplemente "materia que piensa".
Con esto le digo que Dios lo hizo a su imagen y semejanza, por lo tanto, lo nuclear suyo, lo que lo define es su yo interior, su espíritu, su inteligencia, su amor, su voluntad, sus emociones, su visión de la realidad, sus actitudes, lo que "está dentro de usted", lo que no se ve, pero que decide quién es usted.
Claro que su cuerpo es suyo y es extremadamente importante, y que la persona es todo su ser, materia, alma y espíritu. Pero insisto en que tiene que cuidar sus pensamientos, controlarlos, purificarlos, conducirlos hacia lo positivo. Hay gente obsesivamente preocupada por su cuerpo, pero que no dan ni un cinco por ciento de su tiempo a cultivar su mente. Eso es grave.
Un pensamiento bueno conduce a tener una actitud positiva ante una realidad. Por ejemplo: que viene un problema, pues en vez de asustarse, renegar o acobardarse, recíbalo como una oportunidad para crecer más como persona, para transformar la adversidad en una oportunidad de beneficios mayores.
Nunca magnifique el problema. No exagere lo que pasa, sino más bien pida al Señor que lo ilumine, sabiendo que es un Dios bueno, su Padre y El es más grande que cualquier problema. Piense en el asunto, analícelo, divida el problema en compartimentos pequeños, consulte con expertos, mantenga la calma en todo momento y haga algo, no se quede bajo la hipnosis del miedo y la inercia.
Le aconsejo que cada vez que venga un pensamiento negativo, pesimista, fatalista, deliberadamente cámbielo por uno positivo. No ponga en su mente más obstáculos que los que hay. Más bien minimice el problema sin perder una visión realística del mismo. Si usted elabora en su imaginación fantasmas mentales y cree en ellos, vendrá el miedo, que es un gran paralizante y como sus emociones no distinguen lo que es real y lo imaginario, tendrá un comportamiento de huida o escape o el contrario, de agresividad provocado por sus "nervios". Recuerde poner todo lo que pueda para resolver la situación y luego trascender todo lo que le ocurre y ponerse en contacto con Dios quien nunca le fallará.