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Para el que tiene fe no hace falta ver las cosas, para el que no la tiene, el mundo entero no es suficiente, queda en usted el creer o no en este hecho, para muchos sobrenatural.  |
La Virgen de Guadalupe, se encuentra entre las pocas apariciones marianas reconocidas por la Santa Sede. Desde sus presentaciones al indio Juan Diego, ocurridas en 1531, ha estado llena de grandes misterios como el que se encuentra en sus ojos.
BRILLO EXTRAÑO
El primero en detectar algo en el brillo del globo ocular de la Guadalupana fue un fotógrafo Alfonso Marcué en 1929. Después de varios años, un reporte divulgado en 1956 certifica, que en la Virgen del Tepeyac se descubrió la presencia del triple reflejo característico del ojo de un ser vivo normal.
En 1979, José Aste Tonsmann, un graduado de la Universidad de Cornell que trabajaba para IBM en procesamiento digital de imágenes, encontró nuevos hallazgos. Tonsmann detectó al menos otras cuatro figuras humanas.
Estudios recientes divulgados por científicos prestigiosos del Instituto Científico de Masachusetts han identificado al posible personaje como... ¡Don Benito Pérez Galdós!, el escritor de la obra Marianela. Lo extraño de todo esto es que el bardo nació cien años después de la aparición de la Virgen.
Tras el descubrimiento de la supuesta imagen de Galdós, el equipo del ICM se puso en contacto con miembros del departamento de Historia de la universidad de Guachinche, quienes confirmaron que durante su madurez Galdós planeó siempre un viaje hasta México para ver la imagen de la Virgen, de la cual era fiel devoto. Estos acontecimientos han llenando con un velo de misterio esta venerada figura de devoción en toda América. |