La Cámara de Representantes discutía ayer jueves un proyecto de ley que cancela la celebración de un referendo de los residentes de la isla puertorriqueña de Vieques sobre el futuro de la base militar estadounidense instalada allí, y deja la decisión al Pentágono.
La decisión, incluida en el proyecto de ley sobre el presupuesto de Defensa para el año fiscal 2002, fue aprobada la víspera por los comités de fuerzas armadas del Senado y la Cámara de Representantes.
Los comités del Congreso fijaron como límite para que la Marina estadounidense abandone Vieques la fecha de mayo del 2003, pero antes tres altos oficiales deben certificar por escrito al secretario de la Marina, Gordon England, que han encontrado instalaciones de entrenamiento alternativas tan buenas.
Un comunicado emitido por el representante Bob Stump (republicano), presidente del Comité de fuerzas armadas de la Cámara baja, señala que "Vieques es una base de entrenamiento irremplazable para las fuerzas militares estadounidenses, que han usado su combinación única de áreas de tiro, bombardeos aéreos, y playas de desembarco anfibio para alcanzar altos niveles de preparación para casi todos los conflictos desde la Segunda Guerra Mundial". |