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Cuando el Cholito Mesero del viejo café de Santana dijo a la mesa bochinchosa que le tenía un "regalo para cada uno", todos lo miraron con asombro y curiosidad. Entonces, el Universitario propuso que ese día se hablara del mejor regalo que podrían darle ellos al pueblo panameño. Como había ambiente navideño y el Cholito Mesero se paseaba por el remozado viejo café de Santana con un gorro de Santa Claus, los parroquianos aprobaron la idea dispuestos a divertirse haciéndose tiraderas entre ellos.
De inmediato el Comerciante propuso que el regalo adecuado para este pequeño país era que "existiera paz por varios meses y desapareciera el tira-y-jala entre gobierno y oposición". "Así aumentarían los negocios", sentenció el representante de los Comerciantes. Varios se rieron entre dientes de la idea. Dijo el Funcionario Público que el mejor regalo de ellos al país era trabajar con entusiasmo y capacidad.
Otra vez hubo risas en la mesa bochinchosa, mientras el Cholito Mesero murmuraba que "había regalos para todos ese día". Señaló el Universitario que los estudiantes panameños deberían estudiar mucho más, dejando a un lado las pachangas en discotecas y el consumo de drogas.
Aprovechó la ocasión el Político para afirmar que una "política llevada con seriedad, sería el mejor regalo para este país que está todo enredado por culpa de unos politiqueros sinvergüenzas". Aplaudió el del PRD y aseguró que esos "politiqueros sinvergüenzas" aludidos, tenían que ser los arnulfistas, lo que casi provoca una pelea en la mesa bochinchosa.
Imperó el espíritu de Navidad. El Desempleado lógicamente afirmó que "tener empleos, aunque sean pequeños, es el mejor regalo que debe recibir este pueblo de quien sea". Para el ñángara, comunistoide trasnochado, el mejor regalo para los panameños sería "un gobierno revolucionario como el de Cuba fidelista". Sus palabras provocaron silbidos de crítica de parte del Comerciante. El Arnulfista dijo que "Panamá desde hace tres años disfruta del mejor regalo que pueda recibir un país: un gobierno preocupado por el pueblo y dirigido por una gran dama".
Otra vez casi se forma una pelea en la mesa bochinchosa del viejo café de Santana, porque varios no estuvieron de acuerdo con este "anuncio político no pagado". Pidió calma el Cholito Mesero. Volvió a señalar que les tenía un regalo a cada parroquiano, porque "se habían portado muy bien con él con las propinas durante todo el año que terminaba".
Esto hizo que el Asimilado dijera que lo más hermoso de fin de año era recibir regalos. Pero el Universitario le advirtió que a veces la gente gastaba lo que no tenía en esos regalos y se endeudaba. En ese momento apareció el flamante Cholito Mesero con una batea llena de servilletas. Fue dando una a cada parroquiano, quienes pudieron leer con mala letra y faltas de ortografía lo siguiente: "Este bono vale por un regalo... cuando al Cholito Mesero le sobre la plata". |
