El presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz 1987, Oscar Arias, afirmó que la muerte del ex dictador Augusto Pinochet "deber servir para lograr la reconciliación de la sociedad chilena".
Arias dijo a la prensa local, que publicó sus escuetas declaraciones, que reconoce que a pesar de lo dolorosa que resulta cualquier muerte "no puedo olvidar que (Pinochet) fue un dictador y que usó el poder para oprimir".
La misma opinión manifestó el presidente de la Asamblea Legislativa costarricense, Francisco Antonio Pacheco, quien afirmó que "ya era hora de que descansara en paz".
"Su desaparición debe significar una reconciliación del pueblo chileno, pues la forma en que ejerció la dictadura borró todo lo positivo que pudo haber hecho por la economía chilena. El precio que tuvo que pagar el pueblo no compensa las realizaciones de Pinochet", agregó.