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Casi a todas las personas les gusta recibir regalos, ya sea en Navidad o en ocasiones especiales, como los cumpleaños. Los regalos son expresiones de afecto y reconocimiento de aprecio entre las personas. Pero a veces regalar se convierte en algo complicado. Por eso he escuchado a más de uno decir que quisiera "estar lejos" en diciembre.
Pienso que el obstáculo mayor para una persona con limitaciones de dinero, es tener que regalar a mucha gente. A veces hay que gastar plata que no se tiene, o se necesita para pagar cuentas. El panameño gusta de regalar, porque tal vez así demuestra que puede hacerlo y expresa su amistad, amor, cariño, etc.
No es extraño que luego de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, vengan los dolores de cabeza para "cuadrar las cuentas". Entonces no les extrañe que corten teléfonos por no pago, y hasta la luz puede estar en peligro porque la plata se gastó en los regalos de fin de año.
Así que la primera regla que se debe tener es no gastar lo que no se tiene, o no se puede. Tenga Ud. presente que sus amigos conocen su actual situación económica. No trate de lucirse con regalos que no puede hacer, para ocultar los problemas económicos que posee.
Recuerde que lo importante del regalo no es su precio, si no la atención que significa. Claro está que siempre habrá uno o dos despistados, quienes hasta son capaces de ir al almacén donde Ud. compró su regalo, para averiguar el costo y calificarlo como "generoso", o "pichicuma".
Yo he conocido personas así, y realmente no valen la pena. Quien lo "aprecie" a Ud. por los dólares o balboas que gaste en un regalo, no vale su amistad o aprecio. Nada hay más negativo que medir a las personas por lo que gasten en un regalo navideño. Me permito recomendar regalos curiosos, fuera de lo común, antes que costosos objetos que se pueden adquirir con facilidad.
En este renglón están las artesanías, antigüedades, objetos poco comunes y hasta los que Ud. pueda hacer, si es que tiene alguna destreza. Lo malo de regalar es que a veces la persona "tiene de todo", o cuenta con tanto dinero, que Ud. se siente atemorizado ante un posible desprecio por su regalo. Tal situación es fácil de ocurrir cuando se debe regalar a un jefe. Si no tiene iniciativa, entonces es recomendable que se reúnan varios y así puedan regalar algo costoso al millonario.
Es conveniente que Ud. conozca los gustos de la otra persona, para que no le haga un regalo que le disguste. No regale plumas a un ciego, ni cremas "para las arrugas" a una dama que se cree "una pollita", a pesar de sus años. Cuídese mucho de dar perfumes a gente con alergia, ni vestidos que no gusten.
Mucho menos "meta la pata" regalando ropa íntima, con quien no tiene intimidad. Sí, regale, pero no se "endeude hasta la coronilla" y hágalo con astucia para quedar bien. |
