Temiendo lo peor, los venezolanos formaban largas filas en las afueras de los bancos y
buscaban abastecerse de combustible y alimentos ante el agravamiento de una huelga general
contra el presidente Hugo Chávez, que colapsó la industria del crudo, motor de
la economía de Venezuela.
Al sumarse a la huelga, el presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela, Ignacio Salvatierra, anunció que los bancos comenzarían a trabajar en un horario reducido, "siempre y cuando se pueda garantizar la seguridad de los trabajadores, y que ellos lleguen a las sucursales".
En algunas gasolineras se observaban filas de vehículos que buscaban abastacerse de combustible; pero muchas de ellas permanecían cerradas, fuertemente resguardadas por las tropas de las Fuerzas Armadas de Venezuela.
Sin embargo, las reservas de las estaciones de servicios se acababan ante la paralización de PDVSA, que aporta el 80% de las divisas al país. "La angustia que la gente carga es bastante grande. En los últimos días las compras soy muy nerviosas. Ha aumentado mucho el movimiento para buscar alimentos", dijo a la AFP un empleado de uno de los supermercados del sector de Chacao, en el este de la capital.
"AMEDRENTAMIENTO"
EFE / Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) venezolano anunciaron que se abstendrán de participar en actividades judiciales, tras denunciar que han sido víctimas de "amedrentamiento" y "sometidos al escarnio público".
Un total de ocho de los veinte magistrados que integran el TSJ instaron públicamente a las cortes de justicia iberoamericanas a que se pronuncien en contra de los agravios "que constituyen un grave menoscabo a la integridad del poder judicial y afectan el orden jurídico. |