Familiares y amigos se congregaron en una escuela local para el velatorio colectivo de las víctimas de los aludes ocasionados por persistentes lluvias, que dieron muerte a 39 vecinos y obligaron a 1.500 más a abandonar sus hogares. Los bomberos dijeron que no esperaban hallar más víctimas bajo el lodo que sepultó viviendas y vecinos en esta ciudad de 60.000 habitantes, ubicada a 170 kilómetros al oeste de Río de Janeiro.
Las lluvias torrenciales del domingo desbordaron los ríos, arrancaron árboles y envió desprendimientos de lodo a varios distritos pobres de Angra dos Reis. El lodo arrasó con numerosas viviendas construidas en las laderas cercanas. Todo se desplomó'', dijo Katia Regina, una ama de casa que vio cómo el lodo arrastraba la casa de un vecino. Fue como el Titanic''.
Fue como si hubiésemos recibido 17 días de lluvia en 12 horas'', dijo el alcalde de la ciudad, Fernando Jordao. La gobernadora del estado de Río de Janeiro, Benedita da Silva, visitó la ciudad el martes, y se cree que el gobierno federal pondrá a la disposición de la ciudad sus fondos de emergencia. |