Cuando las comunidades las estaban construyendo no la clasificaron como a cárceles, si no como lugares de viviendas para las familias y no esto no quiere decir que X o Y comunidad sería en el futuro una zona roja en el país.
Hoy por hoy podemos observar que nuestras urbanizaciones y barriadas se han convertido en blanco para las trifulcas o guerra que realizan las diferentes pandillas que operan en nuestro territorio nacional, podemos ver que en muy bellas barriadas que se están construyendo en el país se están realizando secuestros, violaciones, ajusticiamientos, hurtos, robos y asesinatos como en otras barriadas con mayor tiempo de fundación que estas últimas construidas.
La problemática de la delincuencia desean gobernar las urbanizaciones y barriadas nuestras como si fueran unas fincas privadas de ellos y marcan territorios como si estos fueran de ellos y de esto me avergüenzo como ciudadano de este país, ya que la policía si se lo proponen rompe con este mal dentro y fuera de las comunidades y cárceles y centros de cumplimiento y custodia.
Ilustre, lector. Ya es hora de que se acabe con este mal en nuestras calles, urbanizaciones, barriadas y cárceles como podemos ver las organizaciones de mal vivir han sectorizado las calles y avenidas del país como si fueran de ellos, así mismo lo han realizado en las comunidades y en las cárceles, puesto que cada agrupación tiene su galería sectorizada y esto debe de acabarse para el bien del país y de los habitantes de la nación.
Creo fielmente en lo que enseña la Biblia cuando nos enseña: Donde habita la maldad abunda la gracia de Dios y esto nos da un marco de referencia para lo que están dándoles mala reputación a nuestras comunidades son los que tienen que mudarse de ellas y no la gente que no andan en malos pasos.
A estos muchachos se les debe ofrecer una oportunidad de capacitación espiritual dirigidas a Dios, capacitaciones académicas, capacitaciones de microempresas y oportunidades laborales y a todo aquel que no cumplan con estas oportunidades se les castigue con todo el peso de la ley y sin empadrinamiento alguno, pues de esta manera lograremos tener calles y comunidades seguras y sin violencias.