Varios miles de "salvaplanetas" y decenas de ONG invadieron la Cumbre de la ONU sobre del Cambio Climático de Copenhague (COP15) con diversos mensajes para presionar a los líderes políticos para que reduzcan las emisiones de dióxido de carbono.
Desde fotografías de casquetes polares menguantes hasta grupos indígenas que se sienten amenazados por el calentamiento global compartirán hasta el 18 de diciembre los recintos del Bella Center para difundir sus posturas, generalmente críticas con la política medioambiental de los países ricos.
Fuentes de la organización de la mayor reunión celebrada hasta la fecha sobre el cambio climático y sus consecuencias, calculan que sólo las ONG, entre ellas Greenpeace, Oxfam Internacional y WWF, aportan a la cumbre unas 14, 000 personas, bastante de ellas activas en el centro y alrededores de Copenhague.
Tomas Diente de Oro, portavoz de este foro, dijo que debe impedirse a toda costa "el imperialismo del CO2" y la conversión en un producto comercial de la emisión de bonos para que los países ricos compren derechos a naciones en desarrollo para seguir contaminando la atmósfera.