Un juez de Familia de Sevilla (sur de España) rechazó la nulidad del matrimonio de un sevillano con una colombiana, porque varios testigos aseguraron que ella se casó enamorada y nadie demostró que lo hubiese hecho para regularizar su situación en España, como alegó el marido.
Fuentes del caso dijeron a EFE que la demandada, una colombiana identificada como M.M.M., que trabajaba en un club de alterne de Sevilla, conoció al demandante, J.P.A. en noviembre de 2002 y ambos mantuvieron relaciones sexuales previo pago del servicio en varias ocasiones, hasta que en mayo de 2003 comenzaron a vivir juntos.
Luego de unos meses, ella se trasladó a trabajar a Huelva (120 km al suroeste de Sevilla) y el 18 de diciembre de 2003 contrajeron matrimonio civil en la capital de Andalucía.