Autoridades mexicanas investigan las conexiones financieras y propiedades que administró Enrique Salinas, hermano del ex presidente de México, Carlos Salinas, sobre todo una firma en donde su esposa depositó dineros en Panamá, según destaca el diario Progreso de México. Enrique Salinas fue hallado muerto días atrás en las afueras de la capital mexicana.
El medio indica que una investigación, que incluyó la consulta del Registro Público de la Propiedad, la revisión de expedientes judiciales en Europa y América Latina, sobre todo, el examen del convenio de divorcio que, en abril de 1998, firmaron Enrique Salinas de Gortari y Adriana Leonor Lagarde Lozano, ilumina algunas zonas ocultas de la fabulosa fortuna de un clan cuyo poder económico, marcado por un intenso tráfico de propiedades, no parece haber sido mellado con el eclipse formal de su encumbramiento político. A las investigaciones y escándalos por los manejos financieros del "hermano incómodo" del expresidente Carlos Salinas de Gortari, Raúl, se suman ahora las sospechas derivadas del convenio de divorcio entre Adriana Leonor Lagarde Lozano y Enrique Eduardo Guillermo Salinas de Gortari, el menor de los hermanos, que arroja aún más luz sobre la fabulosa fortuna de la familia Salinas.
De igual manera, la prensa mexicana conoció que el gobierno de Francia había solicitado indagar los nexos de Enrique Salinas con oscuros intereses empresariales alrededor del mundo, y en el mismo México. Enrique y Adriana convinieron que de la cuenta denominada Tegra que se encuentra en el Banco Kan Kaku, una vez que sea liberada por las autoridades locales, Enrique entregará a Adriana $2 millones en el entendido de que todos los gastos que se han generado y se eroguen en lo futuro para lograr su liberación, así como los gastos en que incurran las partes para dar cumplimiento a lo pactado en este convenio, tanto en México como en el extranjero, serán pagados por Enrique.
YA TENIA PROBLEMAS. 107 MILLONES DE DOLARES
En 1997, los franceses congelaron tres cuentas bancarias de Raúl y Enrique, por más de 107 millones de dólares (100 en las cuentas del primero y casi ocho en la de Enrique.