Una tragedia de vivienda, una vez más, se estableció en el populoso barrio de Santa Ana, cuando parte de un viejo caserón se desplomó.
El viejo inmueble Nº 1345 de Santa Ana, se cayó la noche del pasado martes, cuando las 18 familias de la vivienda yacían descansando.
El suceso los tomó por sorpresa al punto que algunas señoras salieron con camisones y pijamas.
LA RESPUESTA
Un contingente de uniformados se desplazó al lugar para socorrer a las víctimas, similar actitud tomó el SINAPROC, cuyo personal prestó los primeros auxilios.
La Policía Nacional desalojó el lugar para que los capacitados realizaran sus trabajos sin dificultad.
Afortunadamente el balcón que se derrumbó no ocasionó pérdidas de vida humanas ni heridos que lamentar.
Según el inventario realizado por SINAPROC, entre niños y adolescentes hay más de 18, los cuales gozan de buena salud.
El caserón de madera no soportó los vientos del mes de diciembre, además de las secuelas de los torrenciales aguaceros que este año azotaron el país, según los pronósticos de un arquitecto del área que prefirió el anonimato.
Los moradores solicitaban la presencia de la Ministra de la Vivienda para que se manifestara con ellos.
"Una pequeña ayuda es todo lo que pedimos a Balbina Herrera", dijo una señora de 46 años, que se vio afectada por el hecho sobrenatural que la tiene en vilo.