Sí... como latinoamericanos, tenemos el deber, la obligación y la responsabilidad de erguirnos en un solo bloque, político y económicamente poderoso, sin la participación ni la tutela, y menos aún la intervención de los norteamericanos que, como se sabe, siempre quieren formar parte, sin siquiera ser los gestores, de cuanto organismo se crea en este u otro hemisferio, en otras palabras, son los metiches tumba gobiernos de siempre... esos son los gringos.
Y esta unión debe darse en forma expedita, porque a nuestras espaldas, sin nuestro conocimiento ni consentimiento, se están urdiendo planes "maquiavélicos" para empobrecernos aún más.
Esta realidad me hace recordar aquellas organizaciones extra-regionales creadas para la época (años 70), para contrarrestar la embestidas que nuestros pueblos eran objeto por parte de las grandes potencias mundiales. Hablo del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), y el Consejo de Defensa Centro Americano (CONDECA), que a la sazón fijaban sus miradas hacia los países tercermundistas, lo mismo que hacia aquellos llamados No Alineados (esto es, alineados con ninguna de las potencias mundiales).
Tres décadas después, todavía esas potencias pretenden arrebatar a nuestros pueblos el derecho universal que tenemos a nuestra autodeterminación e independencia política y económica, sin injerencias de ninguna clase. Por ello, es necesario que nos unamos como cuerpo jurídico regional -tipo TIAR y CONDECA -para dar al traste con las pretensiones de esos demonios neoliberales llamados FN, FMI, IFIS, etc. Es necesario que aprendamos, igualmente, a "leer entrelíneas", respecto a la aparición de nuevas organizaciones, como el naciente Foro de Cooperación Económica AISA-Pacific (APEC, por sus siglas en inglés), al cual el Presidente Martín aspira a pertenecer, sin tomar en cuenta que no se trata de a cuántos pertenecemos, sino a cuáles... De modo que ¡mucho ojo! Por eso elevo mi voz para que los latinoamericanos, pero especialmente nosotros del área centroamericano y el Caribe, nos unamos, para derrotar a aquellos que ya están unidos en nuestra contra, política y económicamente hablando.
¡Au Revoir!