Para algunos, el título de este escrito será ofensivo, pero si se detienen a leer la columna por completo se darán cuenta que, al contrario, enviamos claras advertencias sobre esta mala práctica.
Mucho se ha hablado de la penetración anal. ¿Lo ha practicado usted? De seguro lo ha pensado, pero a las personas que le preguntamos cada uno nos dio un cuento diferente. Una nos contó una chica le cagó el pecho al un amigo cuando lo practicaba. Dice que la mujer, como no había terminado la digestión, expulsó todas las heces fecales producto de la fricción y el movimiento del pene. Era una tremenda porquería. Otro contó haber visto trocitos de poroto y macarrón pegados a su órgano sexual. Nunca más lo quiso hacer.
Algunos panameños, obsesionados con eso de tener coito anal, han envenenados sus mentes, pues han llegado a considerar que no hay sexo, si no se embarran de caca.
Para todas aquellas personas que consideran esto como normal, debo encender la luz roja y advertirles que no es así. ¡Deténganse! Desde que Dios creó al hombre y a la mujer, puso en los seres humanos de sexos opuestos marcadas diferencias. En los hombres les puso un pene y en las mujeres vagina. Este dos órganos sexuales son los únicos con características especiales de lubricación y procreación.
Si usted no lo sabe, el ano es un órgano contaminado con el material fecal, con muchos microorganismos. El riesgo de infección se incrementa, pues el esfínter anal es más rígido a la penetración y menos elástico que la vagina. El riesgo de contaminación no es solamente local, las microfisuras que se producen durante el sexo anal producen microsangrado en el pene y en el ano, que posibilita la contaminación sangre a sangre, mecanismo por el cual se explica que el sexo anal sea el de mayor riesgo para la transmisión del virus del SIDA (VIH) y de otras Enfermedades de Transmisión Sexual.
En general, la persona que recibe el semen está en mayor riesgo de contraer el VIH porque la piel que cubre el recto o ano es muy delgada, lo que permite que el virus se introduzca en el cuerpo durante el sexo anal más fácilmente que cuando se tiene sexo vaginal. Si en verdad amas tu vida, ojo con un SIDA.