Un ciudadano holandés fue arrestado bajo sospecha de suministrar miles de toneladas de ingredientes para gas mostaza y gas paralizante al gobierno de Saddam Hussein durante la década de los ochenta.
Frans van Anraat, de 62 años, fue acusado ante la justicia holandesa de complicidad en el genocidio de la población kurda de Halabja en 1988 y por otros crímenes de guerra.
"El hombre es sospechoso de entregar al ex régimen de Irak cientos de toneladas de insumos para la elaboración de armas químicas entre 1984 y 1988", dice la Fiscalía en un comunicado.
Se estima que cerca de 5.000 personas murieron en el ataque químico.