Consideradas a menudo como "botines de guerra", las mujeres y las niñas son las primera víctimas de los conflictos armados, denunció Amnistía Internacional en un informe publicado el miércoles en Londres.
Además, las violencias contra las mujeres y niñas, que son convertidas muchas veces en "esclavas sexuales", "no son espontáneas sino organizadas, aprobadas o toleradas, en el marco de una estrategia política calculada", acusa el informe de la organización internacional de defensa de los derechos humanos.
La violación "es utilizada estratégica y tácticamente como arma de guerra, para alcanzar objetivos específicos en muchas formas de conflicto", afirma el documento de 120 páginas, que se basa en el estudio de conflictos registrados en la última década, ya sea en Colombia, Irán, Afganistán o Sudán.
En una entrevista con la AFP, en ocasión de la publicación del informe, la secretaria general de Amnistía, Irene Kan, destacó que las guerras "modernas" causan muchas más víctimas civiles que militares, y que son las mujeres las más vulnerables.
Las mujeres y los niños son los más afectados por los "daños colaterales" provocados por las armas modernas, precisó Amnistía.
"Incluso cuando se dice que los bombardeos son 'de precisión', causan graves pérdidas en la población civil", indica el informe titulado "Vidas Destrozadas: Crímenes contra mujeres en situaciones de conflicto".
Además, son las mujeres quienes más sufren los efectos económicos, sociales y culturales de la militarización y la guerra, que las obliga a emigrar o a convertirse en refugiadas en sus propios países, como sucede en Colombia y como ocurrió en los países centroamericanos en la década de los '80 y '90.