De acuerdo con la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), entre los meses de enero a abril, aumenta notablemente la incidencia de fuegos dentro de los parques y áreas protegidas.
Lo más preocupante de esta situación es que se trata de zonas con grandes riquezas forestales.
Las investigaciones realizadas muestran que los últimos incendios se han registrado producto de la mano del hombre, ya que a veces por descuido dejan caer colillas de cigarrillos o no apagan bien las fogatas.
Los corregidores de Policía, así como demás autoridades judiciales, han sido facultados para aplicar las sanciones a quienes no quieran cumplir las normativas.
Estos funcionarios estarán debidamente identificados y autorizados para revisar los equipos, a fin de garantizar que los visitantes no porten armas de fuego, fósforos, recipientes de vidrio o cualquier otro objeto que pueda ocasionar fuego.