La lucha interna en el partido de los morados continúa en una fase insondable. Se vaticinan formas de enfrentamientos no tradicionales pero, esencialmente dentro del perímetro democrático. La voluntad no claudica por encontrar una salida ante la necesidad de realizar el relevo de autoridades dentro del grupo opositor.
A pesar de todo, existe optimismo en las filas del colectivo porque la Doña se aisló en un retiro espiritual, tipo colegios religiosos, donde la soledad y la meditación abren nuevas perspectivas al pensamiento. Luego, la oración mantiene la fe en los actos. A pesar del paradero desconocido de la dirigente máxima de esta agrupación política, nos contaron que fue vista el pasado fin de semana en los actos religiosos celebrados en la Capilla de Limón de Pedasí.
Para algunos observadores, el retiro podría dar alas a quienes planean la realización de la convención el próximo 16 de enero, donde es esperada la renuncia de todo el Directorio Nacional, para dar paso a un período de transición que prepare a las bases para la total democratización del partido.
El impulsor de esta propuesta es el empresario Juan Carlos Varela (PH). En concepto de algunos observadores esta acción sería la menos traumática porque nadie niega a la Doña su capacidad de maniobra. Esta iniciativa y quienes la apoyan ganan más fuerza. Debe recordarse como, la todavía presidenta del arnulfismo, dominó la agrupación cuando Endara era el mandatario de la Nación.
Por su parte, los radicales de Marco Ameglio se debilitan y se espera que finalmente se unan para realizar los cambios necesarios.
Al mismo tiempo parece ser que se impulsa una corriente por parte de los inmortales, quienes buscan confrontación y le dicen que su estrategia se puede llevar a cabo; sin embargo, esto no es lo que quiere la mayoría.
De no materializarse la transformación del partido, se preparan las trincheras para un duro enfrentamiento donde lo más seguro es que todos salgan debilitados, favoreciendo entonces la posición de Guillermo Endara, quien con calma espera sentado el resultado de esta confrontación entre sus ex correligionarios.
Mientras esto ocurre entre los todavía no organizados opositores arnulfistas, en el PRD los roces hacen saltar chispas. Se han realizado reuniones secretas entre quienes fueron derrotados en las elecciones del dos de mayo. Estos se quejan porque atrajeron votos e invirtieron dinero y ahora mucha gente ronda sus casas y no pueden darle respuesta.
Sobre este asunto, se espera que en el mes de enero se tomen decisiones y hay quienes aventuran una rebelión entre las masas de partido oficialista. No sabemos hasta dónde pueda ser cierto, pero parece ser que hay un grupo que le dice al hijo de Omar que él ganó por el voto de los independientes y no por la organización de su partido. Se afirma que cuando vengan los momentos duros de reformas a las leyes, será cuando se verá el valor de la agrupación.