Recomiendo que en vez de "Amigo Secreto" el jueguito se llame "Enemigo Público" . No es por sea 100% así, sino porque pareciera una costumbre que los compañeros se peleen antes de iniciarlo.
En varias instituciones del gobierno ya empezaron a regalar galletitas. Dicen que el objetivo de este jueguito que, en algunos lugares le llaman "Angelito", es agradarse. Otro de los objetivos es despertar la hermandad para esta época navideña, ofreciendo un presente, tal como hicieron los reyes magos cuando llevaron ofrendas a Jesús.
Las historias que se escuchan de este juego, que no se sabe quién lo inventó, son muchas, pero entre las más destacadas les podemos mencionar las siguientes: Hay personas que nunca hacen los regalitos pequeños, compran alelasones en el regalo principal (ejemplo adornitos feos), otros mandan a su mamá a comprarles las vainas cuando deben ser ellos mismos los que compren el presente, algunos se la pasan dando chocolates que venden en los semáforos en la entrada de Cerro Patacón (ojo con la fecha de vencimiento), sin embargo, existen otros lujuriosos que, sin darse cuenta, expresan a través de sus obsequios sus sentimientos sexuales hacia su compañero (a) regalándoles piezas íntimas y hasta condones (cualquiera adivina que sal quiere ese huevo).
La Navidad es la época más bonita del año. No debemos tomarla entre las manos como si fuera un papel para achurrarlo. Debemos cobijarla en el corazón como si fuera el tesoro más grande que nos ha dado Dios. Recuerda amigo, que Él se hizo hombre para habitar entre nosotros y dar su vida a la edad de 33 años. El Salvador vino a darnos vida eterna.
El "Amigo Secreto" debe jugarse con hermetismo, si no para qué lo hacemos si andamos divulgando el nombre por ahí. Una vez llegada la fecha final, ese amigo debe ser público y amistad debe perdurar.