En momentos en que el sistema educativo del país está en crisis, todos los que tenemos la responsabilidad de mejorarlo (entiéndase: cada uno de los panameños) deberíamos volver al punto de partida, y repasar la vida y los ideales del hombre cuya fecha de nacimiento hoy sirve para celebrar el Día del Maestro.
Y es que durante su vida, Don Manuel José Hurtado, nacido un día como hoy de 1821, hizo más por la educación de este país sin eperar nada a cambio que cualquier otro panameño desde entonces.
Estudió Humanidades en Inglaterra y en París culminó su carrera en Ingeniería Civil. Se dedicó al comercio, a la práctica de su profesión, y representó al Departamento del Istmo ante el Gobierno de Nueva Granada en varias ocasiones. Sin embargo, su vocación fue siempre la educación.
Impartió clases como profesor de ciencias naturales y exactas; y fue fundador de numerosas escuelas y colegios a lo largo y ancho del país. Sus ideas innovadoras para modernizar el sistema educativo nacional hicieron que el gobierno colombiano lo nombrara Director General de Instrucción Pública.
Muchos de los primeros grandes maestros y maestras panameños salieron de las escuelas Normales para varones y mujeres fundadas por él.
Con un vasto legado en el ramo de la instrucció, Hurtado falleció el 8 de agosto de 1887, y 71 años más tarde, el Presidente Ernesto de la Guardia le reconoció sus méritos, al decretar la fecha de su nacimiento como el Día del Maestro.
A 187 años del nacimiento de Don Manuel José Hurtado, educadores, autoridades educativas y padres de familia deben recordar que la docencia es una actividad de amor más que de lucro: es creer en el potencial del prójimo, para forjar el bienestar del futuro.