Se esfumaron las esperanzas de encontrar con vida a Manuel González Quijada, de 18 años.
Ayer, miércoles, los análisis del Instituto de Medicina Legal (IMEL) determinaron que antes de ser descuartizado, fue asesinado.
Y hoy, viernes, expertos buzos de la Policía Nacional "peinarán" los alrededores de Boca La Caja en busca de otras evidencias.
Además, se analizarán las cámaras de video-vigilancia ubicadas en el perímetro de ATLAPA y áreas aledañas para comprobar las versiones dadas por los amigos de Manuel, que aseguran que el muchacho regresó al evento bailable cuando-según dijeron-lo dejaron solo.
Dentro del misterioso se manejan varias versiones, pero el fiscal Tercero Superior, Víctor Barrios, afirmó que se investiga la supuesta existencia de una persona que se dedica a "picar cadáveres" en Boca La Caja.
En el año, este es el segundo caso donde la persona es asesinada y luego descuartizada.
Ese mismo móvil se dio con Edwin Cuestas Ibargüen, de 18 años, encontrado en Altos de Curundu el 7 de mayo. Su cuerpo estaba en tres bolsas plásticas negras: en una estaba el tronco, en otra un brazo y una pierna y la otra, el resto.
Por ese crimen no hay detenidos.
En el caso de Manuel, el fiscal Barrios aseguró que las investigaciones están incipientes y que se tomará nuevamente declaraciones "al hermanastro de Manuel y a su primo", quienes lo acompañaron a la Feria de la Rumba.
Explicó que ese expediente lo llevaba la delegada de San Francisco, porque se manejaba por desaparición, pero tras determinarse que es un homicidio, el informe fue enviado a su despacho.
LA VICTIMA
Manuel era tranquilo, reservado, no tenía problemas con nadie, según sus vecinos del Sector 3 de 24 de Diciembre, que afirman que nunca lo vieron encompinchado.
En sus días libres, se quedaba en casa. Lo veían poco, ya que estudiaba y trabajaba a la vez.
En el supermercado donde laboraba, sus compañeros dijeron lo mismo: un muchacho tranquilo. Su turno era de noche, en un horario de 6:00 p.m. a 12 medianoche.