El problema de la recolección de la basura estalló. Hubo que esperar que el mandatario de la república exigiera a los alcaldes de Panamá y San Miguelito que le pusieran atención, para que los funcionarios aludidos no se hicieran de la vista gorda.
La crisis no es sólo de la ciudad capital y de San Miguelito, es algo que se repite en la mayoría de los distritos. Es un problema complejo, pero que se dimensiona en los centros del área metropolitana.
En el Municipio de Panamá se cuenta apenas con 38 camiones para cubrir 21 corregimientos y la DIMAUD que no puede cobrar una deuda de $40 millones que acumula el gobierno central más la que suman el resto de los usuarios particulares.
En San Miguelito, sólo los usuarios de los corregimientos de Rufina Alfaro y José Domingo Espinar, cumplen al día el pago del servicio de la tasa de aseo con la empresa REVISALUD, el resto acumula varios millones de dólares en morosidad.
Parte de la culpa del gran número de morosos que no pagan por la tasa de aseo la tiene el Estado, que a través de las agencias del IDAAN, permite que el usuario sólo pague por el consumo de agua mensual y la deuda por la recolección de basura se acumula y acumula.
La situación exige mayor responsabilidad de todos: responsable de la recolección, usuarios y Estado, de lo contrario será un problema recurrente. La responsabilidad primaria es de los alcaldes, que deben buscar paliativos a un problema, que sin duda será peor en diciembre cuando la cantidad de basura que producen los panameños aumenta de manera exorbitante.