Tras casi un año de duros entrenamientos, el primer grupo de mujeres militares colombianas ya está listo para combatir, desde la plana mayor del Ejército, en la guerra interna que padece su país.
Corren, trepan, saltan y se camuflan bajo el mismo sol asfixiante que sus compañeros, pero estas 62 jóvenes, que formarán parte de un batallón contraguerrillas, no portarán fusiles por el momento, sino que trabajarán desde las altas jerarquías del cuerpo castrense.
"Nosotras no vamos a estar en el terreno, sino detrás, en la plana mayor del Ejército", explicó la cadete Ingrid Arango Calderón, quien matizó que por ahora realizarán labores de inteligencia, comunicaciones y logística, para más adelante incorporarse a la Artillería e Infantería.
El Ejército fue el último cuerpo de la Fuerza Pública Colombiana en llamar a sus filas a las mujeres.
Pero a raíz de una propuesta de Ley, el Ejército integró a 62 mujeres para que, a partir de enero de 2010, se conviertan en oficiales capaces de comandar un pelotón y participar en una guerra regular.
La incorporación militar de las mujeres es habitual en Chile, Brasil, Francia, Estados Unidos y España.