La letra de la habitual cancioncilla sobre aquella cucaracha a la que le faltaban las dos patitas de atrás podría cambiar a esta nueva versión, mucho menos pegadiza y de peor rima, a partir de un estudio publicado por la revista New Scientist.
Investigadores estadounidenses de la Universidad de Case Western Reserve descubrieron que este rastrero y generalmente detestado insecto se vuelve más frágil con los años, tal como los seres humanos, aquellos insensibles sujetos que tratan que las cucarachas no lleguen a la edad adulta (unas 60 semanas), ni a la cocina, ni a la alacena, ni a la alcoba.
LA TERCERA EDAD
Muchas de las cucarachas que pasan esta línea temporal experimentan problemas en sus articulaciones, comienzan a trastabillar y luego de otras 5 semanas, más del 80% tropieza y queda patas para arriba.
Según los investigadores, las cucarachas ancianas llegan a reducir el tiempo en que están en movimiento en un 40%. |