EDITORIAL
Vuelos cladestinos
No causa extrañeza ver que una aeronave cargada de droga sobrevuele el espacio aéreo nacional, sin que sea detectada por las autoridades panameñas. La provincia de Chiriquí parece que está siendo utilizada como centro de abastecimiento de los carteles del narcotráfico, que hacen escala en pistas clandestinas para luego continuar su viaje a Centroamérica o México.
Panamá no tiene mayor capacidad para controlar el ingreso de avionetas o embarcaciones ilegales en su espacio aéreo y marítimo, respectivamente. Faltan equipos, así como aviones y embarcaciones para interceptar a la flota de los narcotraficantes.
La narcomafia renueva constantemente sus estrategias para el transporte de droga y parece ser que Panamá le ofrece las facilidades para lograr transportar sus cargas desde Sudamérica hacia Norteamérica y viceversa.
La antigua base militar de Howard, durante la presencia de los Estados Unidos en Panamá, era el foco principal para la labor de detección de aeronaves de dudosa procedencia, sin embargo, es poco o nada de lo que queda de este centro logístico de seguridad aérea.
El anterior gobierno negoció con Estados Unidos la instalación de un Centro Multilateral Antidrogas en Howard, pero al final no hubo acuerdo y todo se frustró. Panamá ha suscrito con los norteamericanos convenios de interdicción de embarcaciones y aeronaves sospechosa de narcotráfico, pero al parecer, los resultados no han sido lo esperado.
Siguen llegando avionetas que realizan vuelos clandestinos con su carga mortal. Frente a esta situación se hace necesario tomar medidas urgentes.
PUNTO CRITICO |
 |
|