El escolta de la compañía Brink's, Raúl Amado Flores, de 33 años, fue asesinado ayer durante un intento de robo de $4 millones que iban a ser descargados de la avioneta con matrícula HB8882, que viajó desde la capital a Chitré.
El efectivo había sido llevado por camiones blindados al aeropuerto Alonso Valderrama para ser enviado al Banco Nacional de Chitré. Cuando de repente irrumpieron varios sujetos armados, quienes intercambiaron disparos con el personal de la Brink's.
Los hechos se dieron a eso de las dos de la tarde.
Una fuente reveló que cuando el personal de la Brink's estaba terminando de hacer el traspaso del dinero de la aeronave al camión blindado, el agente José Ledezma recibió un impacto de bala en la pierna lo que alertó a su compañeros que decidieron meterlo en el carro y cerrar la puerta, mientras que se daba el enfrentamiento con los asaltantes.
Se presume que uno de los asaltantes entró por la puerta principal del aeropuerto y el otro se saltó la cerca logrando sorprender a Raúl Flores, a quien hirieron de muerte con un arma AK47, mientras que Briseida Villarreal que trabajaba en una aerolínea fue impactada en una pierna después que fue utilizada como rehén. Miguel García, controlador del aeropuerto, también resultó herido
Raúl Flores residía en la ciudad de Chitré y dejó dos hijos de 15 y 12 años en la orfandad, tenía tres años de estar trabajando con la agencia de seguridad y 15 días de haber regresado de vacaciones.
La Policía logró arrestar a Gilmar Jackson Cáceres, de 21 años de edad, con residencia en San Antonio, distrito de San Miguelito; Juan José Adames Canto, de 26 años y residente en Santiago de Veraguas; a Máximo Mosquera Mena, de 32 años, con residencia en la tercera etapa de Mano de Piedra, y Abdiel Cabuyales Bertiaga, de 45 años, quien reside en San Isidro.
La diligencia policial permitió la recuperación de dos pistolas 9 milímetros con 12 municiones respectivamente, una de ellas permanecía tirada dentro del vehículo Mitsubishi con placa 466908, que tenía denuncia de hurto, interpuesta en la ciudad de Panamá y que fue supuestamente utilizados por los asaltantes.
Los supuestos delincuentes fueron sorprendidos cuando se movilizaban mojados y sucios por la vía principal de la barriada El Rosario.