Era un alumno tranquilo y atento. A veces llegaba calladamente al salón con una enorme bolsa. La ponía a un extremo, donde no molestara a nadie. Al terminar la clase de Periodismo tomaba la bolsa y se iba a un extremo del pasillo.
Allí montaba lo que ahora se llama "mini-empresa". En la bolsa había un enorme termo con chicha y cartuchos con pastillas y empanadas.
Sin ninguna vergüenza, ofrecía sus productos a estudiantes y profesores. Los consumían mucho porque eran de buena calidad.
Estaba atento al reloj para poder continuar con sus clases.
Pasaron los años y este joven "chichero" se graduó de periodismo. Ahora realiza otros estudios y tiene un periódico comunitario que le permite vivir honradamente.
He aquí un ejemplo de lo que ahora los expertos llaman "emprendedores". Personas que no esperan un sueldo en una oficina de gobierno o privada y ponen su propio negocio.
Pero él no es el único ejemplo. Hay una estudiante graduanda que vende buhonería en los pasillos de la Universidad y otros sitios.
Me dijo que eso le daba más dinero que trabajar de periodista todo el día.
En el periodismo panameño hay historias ejemplares de personas que vinieron "desde abajo".
Ese fue el caso de un chiquillo que llegó un día a la redacción de un popular periódico... como limpiabotas.
Más tarde fue "ascendido" a "canillita", o sea vendedor de diarios.
Aunque usted no lo crea, una vez lo dejaron "teclear" una máquina... y se hizo periodista. Llegó a dirigir varios periódicos hace ya sus buenos años.
Para pagarse la Universidad aquel humilde muchacho vendía periódicos muy tempranito.
Luego consiguió un pequeño empleo en una oficina y le pasó el negocio a un hermano.
Con los años se graduó de abogado y tuvo una destacada carrera política. Era otro emprendedor que salió de la pobreza con su ingenio y esfuerzo.
Un señor que vende plumas y otras baratijas en el puente elevado de la Universidad, me dijo hace años con orgullo que "tenía sus hijos estudiando en la "U" y pronto serían profesionales".
Conocí hace más de veinte años a una humilde señora que vendía periódicos y confites a la entrada de la Universidad y sacó adelante a sus hijos. Ella murió hace semanas y para mí es otro ejemplo de los "emprendedores" que hay en Panamá.
Nunca le dieron diplomas ni reconocimientos. Realmente no le hicieron falta...