Estamos en noviembre, "Mes de la Patria" (como solemos referirnos a este mes), pero... ¿qué tanto sabe usted, o ha escuchado, amigo lector, respecto de las muchas y ricas anécdotas que giran alrededor de este maravilloso país? A continuación les regalo una de esas historietas, como me la fue relatada el pasado 1º. de noviembre (fecha ésta que para muchas escuelas y sus estudiantes, sigue siendo "El Día del Niño", a pesar de la Primera Dama).
Me cuentan que en Darién, por los albores de la república, habían dos individuos que vivían, cada uno, cerca de un río -hasta entonces sin nombre- personas éstas que tenían por nombre (¿?), el uno "Chepi", y el otro, "Pino", sujetos éstos que eran muy peleones, y que cual gallos en una gallera, la gente apostaba a ellos, comprometiendo cualesquiera prendas o bienes de su pertenencia, a favor del uno o del otro...
A la sazón de ese "dáme que te doy", los apostadores gritaban, unos ¡"Chepi" gana!, y otros ¡"Pino" gana!.
Cuenta mi relator que como consecuencia de ese pugilato criollo, y la tremenda gritería de la gente, decidieron bautizar cada uno de los mencionados ríos, el uno con el nombre de "Chepigana", y el otro con el nombre de "Pinogana" ...el primero en honor de aquel a quien le decían "Chepi", por vivir cerca de uno de los dos ríos, y el segundo para honrar al de apellido "Pino", por ser éste residente cerca del otro río.
¡Ah...! Y de ñapa, les cuento que otro cuentista me dijo que cuando Cristóbal Colón llegó a nuestro Istmo y se topó con indígenas ataviados con sus pintorescos taparrabos, les dijo: "...Vengan acá mis chombos, no tengan miedo..." Y mi pregunta es: ¿son los negros los combos, o lo serán realmente los indígenas, al decir de Cristóbal Colón puesto en boca de mi segundo cuentista?
Qué dicen mis paisanos darienitas de esto, ¿...es cierto o falso las dos historias...?
¡Au Revoir!