El casi octogenario ex presidente uruguayo Juan María Bordaberry ingresó ayer en prisión, procesado por los homicidios de dos políticos y dos guerrilleros exiliados en Argentina después del auto-golpe que le convirtió en dictador.
Bordaberrry, de 78 años, se presentó voluntariamente en la Jefatura de Policía de Montevideo para evitar el arresto y quedó recluido en la Cárcel Central de la capital uruguaya.
Los tres hijos del ex presidente que acompañaron a su padre en este trance fueron insultados a la salida de la jefatura por un grupo de militantes radicales.
La víspera, el juez del caso, Roberto Timbal, había procesado a Bordaberry por "co autoría de cuatro homicidios especialmente agravados", lo que conlleva una pena mínima de 15 años de prisión y una máxima de 30.
Igual suerte corrió Juan Carlos Blanco, que fue canciller de Bordaberry durante el inicio del régimen "de facto" (1973-1985).