Nunca su majestad había estado tan golpeado como lo esta hoy día. El luto invadió el reino del béisbol. Ricardo Vega, uno de los subditos del Rey de los Deportes murió por estar rindiendo tributo en uno de los templos de la pelota.
El Estadio Nacional que fue sede del Pre Olímpico y con sólo tres años de existencia es ahora la casa del dólor que jamás olvidaremos. Uno de los nuestros, uno por los cuales escribimos, jugamos, dirigimos y auspiciamos se nos fue.
El béisbol llora y el luto en el resto de los que amamos el deporte golpea en lo profundo del corazón.
Jamás pensamos que pudiera morir uno de los nuestros en un partido. No hay seguridad en ningún lado. No hay excusas, ni pretextos... se nos fue Ricardo Vega.
Ahora las cosas cambian. El Comité Organizador del Torneo debe hacerle frente a los hechos y no evadir responsabilidades. La fiesta fue del Comité Organizador y alguién debe hacerse responsable. |