La Cumbre Iberoamericana realizada en Bolivia trajo consigo la instalación de una secretaria permanente de la cual se espera dé vitalidad a este organismo internacional que relaciona a las naciones latinoamericanas con Portugal y España. Empero, la reunión no trajo soluciones a los graves problemas que aquejan a la región, en especial la pobreza, el desempleo y la crisis política.
Hay más de 225 millones de pobres, cientos millones más son desempleados y cerca de siete países viven convulsiones políticas graves, al punto que algunas de ellas pueden desestabilizar pronto a la región: Venezuela con Hugo Chávez, Colombia y la crisis de los insurgentes, además del narcotráfico. Que decir de Perú, Bolivia y Paraguay con sus problemas de gobierno. Brasil tiene 22 millones de pobres y una terrible mala distribución de las riquezas. México tiene su problema de migración y Cuba, la rivalidad frente a Estados Unidos.
Las cumbres iberoamericanas se han vuelto mucha pompa, pero no llegan a resolver los problemas que afectan a las masas.
La próxima cumbre, a realizarse en Costa Rica en el 2004, debe generar soluciones concretas para enfrentar el hundimiento social que vive la América Latina, pues las crisis están prontas a desarrollar movimientos que pueden desencadenar consecuencias graves a las democracias. |